El lloro y brotación de los viñedos en la Finca Can Martí
Antes de que se acabe el invierno, en el mes de febrero, se produce en los viñedos de la Finca Can Martí, uno de sus momentos más mágicos, el llanto de las vides. La temperatura del suelo empieza a subir, la presión radicular aumenta y la circulación de la savia de la planta empieza a activarse de manera ascendente. Después de la poda de invierno, ésta empieza a fluir por la cepa y gotea por sus ramas llegando a las heridas, para curar las cicatrices. Un momento poético que anuncia que se acerca la primavera.
Y con la primavera, la viña vuelve a la vida. En febrero se producía el lloro en las vides y la planta se reactivaba tras el letargo invernal. Y ahora entre los meses de marzo y abril llega la brotación. El ciclo vegetativo de las viñas cambia mucho dependiendo de la variedad y las características de la zona. En nuestro caso, en alguna de las parcelas de xarel·lo y chardonnay, podemos ver viñas brotando y en su máximo esplendor. El paisaje comienza a teñirse de verde.